Rubén Castro resuelve el duelo del retorno | Fútbol | elmundo.es
Video del partido
Un gol de Rubén Castro en el minuto 88, tras una sensacional jugada de Jonathan Pereira, dio los tres puntos al Betis ante el Granada, que regresaba a Primera División 35 años después, y puso el epílogo a un choque soso y aburrido con el que se abrió la temporada en Los Cármenes y que terminó 0-1. [Narración y estadísticas]
Los dos equipos hicieron pocos méritos para ganar en un choque que en algunas fases pareció de pretemporada y en el que el conjunto dirigido por Pepe Mel se mostró más valiente e incisivo que un Granada muy conservador y especulativo, aunque las ocasiones de gol fueron escasas para los dos bandos. Los dos utilizaron onces iniciales muy similares a los usados la pasada campaña, ya que los rojiblancos formaron de principio con nueve jugadores que ya estaban en el plantel mientras que los béticos lo hicieron con siete y el canterano Vadillo, que con 16 años se ha convertido en el futbolista más joven en debutar en Primera con los hispalenses.
La primera parte arrancó igualada, aunque el paso de los minutos dejó a un Betis más dominador del balón pero con un ritmo de juego lento e idénticos problemas que los locales para pisar con peligro el área rival. Los porteros sólo tuvieron que intervenir con acierto antes del descanso en una ocasión: Casto, a remate de cabeza de Mainz (m.14), y el local Roberto, también de forma esplendida tras testarazo de Rubén Castro (m.18). Sin embargo, fue otro remate de cabeza de Mario (m.36) que se marchó fuera por centímetros la mejor opción de gol del primer periodo.
Pese a la entrada de Martíns y Yebda, el guión no varió tras el intermedio: un Granada bien replegado y conservador esperando una buena contra ante un Betis poseedor del esférico más lento en la circulación y poco acertado en campo ajeno.
Con el paso de los minutos, el agotamiento se apoderó de los futbolistas, que empezaron a conformarse con las tablas, aunque la entrada de Jonathan Pereira al campo resultó determinante, ya que se aprovechó de un despiste en la zaga local para montar una gran contra y servir en bandeja a Rubén Castro en el minuto 88 el tanto que dio al Betis el triunfo.
Quehaceres de mi pueblo. Rafael Márquez Naranjo
QUEHACERES DE MI PUEBLO:de Rafael Marquez Naranjo, el jueves, 04 de agosto de 2011 a las 21:27
Todos los que somos de aquí habréis escuchado alguna vez el dicho; "más embustero que bigotes". Pues bién, intentaré narrar esta bella anécdota, de la gente de mi pueblo, sin que mi intención sea ofender a nadie y por supuesto con el máximo respeto a las personas que forman parte de este bonito relato.
Estas anécdotas se contaban en las hazas (o sea, trabajando en el campo), escardando, colgando tabaco, sembrando cebollas,....., etc.
Bien, D. Antonio Toro Gutiérrez, de apodo "bigotes" (no alias), se ausentó varios años de nuestro pueblo. Cuando volvió, contaba que estando trabajando como pintor en Cuba, tenía como aprendiz en su trabajo a un tal Fidel Castro. De vez en cuando, tenía que reprimirlo, ya sabéis, cosas de chiquillos, cogiéndolo de la oreja le decía: "fidelillo, fidelillo, no me mojes los pinceles".
Pasaron los años y el tal fidelillo llegó a ostentar un puesto de relevancia en dicho país, mientras nuestro paisano siguió ganandose la vida en su trabajo (pintando), hasta que un buen día se vió envuelto en un gran altercado. Dicho altercado fué de tal magnitud, que tuvieron que concurrir los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, imagínense hasta que punto llegó la cosa, que se personó el mismísimo Fidel Castro en el lugar de los echos, preguntando: "¿que coño pasa aquí?", ahí nuestro paisano (bigotes) contestó: "le he pegado dos ostias a un negro, ¿pinto, o no pinto?". Fidel asintiendo con la cabeza dijo: "SIGA USTED PINTANDO D. ANTONIO".
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